miércoles, 21 de diciembre de 2016

Mi Werito

Mi gatito, mi hermoso amigo,  me ha dejado. El hueco es enorme. Su compañía era constante. Su cariño, su alegría, sus exigencias, su temperamento, sus increíbles cualidades gatunas... Un gran eslabón que difícilmente se puede quebrar. 

¿Quién lo hubiese pensado? Las relaciones humano-gato, para algunos, van más allá de la idea común de una mascota. Pienso en Bob, el gato inglés que ayudó a su dueño a salir de la droga y la vida en las calles; el maravilloso Stubbs, gato-alcalde de Talkeetna, Alaska; Cole y Marmalade, grandes personajes de las redes sociales; Nora, la gatita virtuosa del piano; Grumpy cat, el gatito de malas; Lil Bub, de extraña y cautivadora belleza... y los cientos de testimonios en facebook y youtube, de adorables mininos haciendo de las suyas. 

Mi Werito, a su modo, también fue un salvavidas. 

Maestro y cómplice. 

El Rey. 

Mi gato 'alfa'. Mi bebé. Mi chiquito. Mi muchachito.

Insustituible, irremplazable.

Imagen, energía y espíritu quedan indelebles, así como nuestro gran amor.