domingo, 14 de julio de 2013

¿Quiénes son los maestr@s del siglo XXI?

En el ámbito de la capacitación, muchos venden programas que afirman ser “del siglo veintiuno”. Proclaman ufanamente su estado de “actualidad” – e inclusive de anticipación – a las grandes tendencias de nuestro tiempo.

¿Y qué significa ser docente del segundo milenio? Con esta pregunta, inicia la discusión, porque buenos,  malos, comerciantes, progresistas, dinosaurios o conservadores, todos vivimos en el siglo XXI, pero no todos estamos a la altura de los retos que se nos presentan.


En términos llanos, el maestro del nuevo milenio es el que está plenamente conectado, y exploraremos las diversas acepciones de FitSchool sobre este concepto en varias entregas.

Primariamente, en el ámbito educativo, "estar conectado" implica explorar al cien por ciento las enormes posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), y llevar sus características a sus consecuencias últimas, mismas que ingresan en los planos filosófico-epistemológico, antropológico, ideológico... Y que desde estos dominios, impactan nuestro desbrozar, conectividad e interacción con la realidad actual, tanto socio-económica como con el entorno natural.

Gracias a las TIC, la inauguración de la sociedad del conocimiento nos lleva a consecuencias fascinantes, que ni el más ducho de los intelectuales puede del todo anticipar. Sin embargo, la conectividad y las posibilidades comunicacionales de las redes nos anuncian (nos estrellan) un verdadero despertar de la conciencia: primaveras democráticas en las que el abuso, la inconsciencia, la falta de respeto a la vida y a lo vivo, la injusticia, tendrán cada vez menor lugar…

Un simple ejemplo lo pone el caso de la franquicia +KOTA. Gracias al revuelo causado en las redes sociales (y oportunamente informado por los medios de comunicación convencionales), el estado de suciedad y maltrato en el que viven las criaturas seguramente ha tenido correctivos, lo que en sí, ya es positivo. 


Sin embargo, la discusión de si comerciar con los animales es ético o no, conlleva muchas ramificaciones, que por supuesto, nos insertan de plano en el campo ideológico. 

Para los "animalistas", vender y lucrar con vidas, está fuera de cuestión. La trata de animales, en esta postura, es tan indigna como lo es la de mujeres o niños.

En lo personal, vender y lucrar con vidas, careciendo de ética y compasión hacia las mascotas, es lo que está – hoy por hoy – muy mal. 

Pero el dignificar y cobrar conciencia de los animales como seres sensibles  siempre por siempre , nos hace repensar el tráfico de mascotas en otra dimensión.

Sumándome a este “periodismo humano” que también inauguran las TIC, esto es, la posibilidad de que todos seamos reporteros de la realidad que nos circunda, ayer, conforme recorría algunos puntos del sur de la ciudad de México, concretamente avenida Taxqueña, Canal de Miramontes, Miguel Ángel de Quevedo, Tlalpan, me encontré con las tiendas de la ahora infame franquicia con la iluminación interior y de sus marquesinas en todo su esplendor (la cuenta de la CFE será tremenda, me imagino). Pero tanta luz no hacía más que remarcar y sobresaltar un hecho: su gran vacío. Cero clientes. 

Yo me pregunto, ¿cómo estarán las otras sucursales? ¿Cuál es el impacto de la denuncia de miles y miles de personas que encuentran horripilante la forma en que se comercia en estos negocios? ¿Será, eventualmente, sólo un problema de mercadotecnia y de relaciones públicas? O, ¿quedará +KOTA fuera del mercado? 

Los días venideros nos traerán la entrega de otro capíulo de este “reality show”. 

Qué caso tan interesante desde todos los ángulos posibles.

Cristina Pruneda

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