domingo, 6 de octubre de 2013

Como ladrillo en la pared

Esta imagen representa fielmente a un niño en el salón de clase cuando el tema que está estudiando o el estilo del profesor/a son demasiado atemorizantes.El niñ@ se congela deseando mimetizarse con la pared, de la misma forma en que una presa se inmoviliza ante un depredador en la selva o el bosque.
En los talleres ¡Avanza! con FitSchool mostramos a padres de familia y a profesores cómo provocan esta respuesta en los alumnos y – con series de ejercicios de Brain Gym y otras técncias psico-corporales –, cómo evitarla y/o ayudar a los estudiantes a ser más conscientes de ella y eventualmente, a superarla.

Otras de las mil palabras que comunica esta fotografía se refieren a elementos de la educación del “nuevo milenio”, que descontextualizados nos llevan a múltiples problemas.

En el medio educativo es frecuente escuchar estas afirmaciones:

  • Los niños no necesitan memorizar más. ¡Pueden encontrar lo que quieran en Google! 
  • Los estudiantes deben liderar su propio aprendizaje. 
  • Los sistemas expositivos no son ya un buen método pedagógico. 
  • Todo ocurre en torno del aprendizaje. 
  • Realizar varias tareas a la vez es una habilidad que todos debemos aprender. 
En el artículo “Another brick on the wall”, los educadores Peter Skillen y Brenda Sherry las señalan como afirmaciones simplistas, descontextualizadas, que se han popularizado, pero - como apuntan muy correctamente -, pueden conducir a interpretaciones erróneas que dañan y evitan aquellos cambios que quisieran promover.

Al repetir estas verdades a medias, los matices, la visión de conjunto y la reflexión profunda se escapan, y alentamos el absurdo.



Por ejemplo: 
  • La memoria es una habilidad esencial para el desarrollo de la inteligencia. 
  • Las exposiciones / conferencias seguirán siendo parte de los sistemas educativos de calidad. 
  • Los alumnos van ganando cada vez más autonomía en su capacidad de aprendizaje, pero el mentor, el guía, el profesor, les acompaña en el proceso. 
  • Sí, el aprendizaje es el gran objetivo de la educación, pero los alumnos van a la escuela para apropiarse de un sinnúmero de habilidades paracognitivas: socializar, aprender a trabajar en equipo, a manejar el estrés, ser tolerantes a la crítica y a la frustración, comunicarse eficientemente, disciplina y respeto a los tiempos y formas de entrega de los trabajos…. Por mencionar sólo algunas de las que me vienen a la mente en este instante. 
Los mismos autores, Skillen y Sherry, nos aportan el gran antídoto a la sobre-simplificación y popularización de concepciones erróneas o superficiales: cuestionar, siempre preguntarse: 

¿Por qué ciertos conceptos, afirmaciones ganan terreno en la cultura popular?
¿Cuál es la intención detrás de dicha afirmación o concepto?
¿Cuáles son sus efectos?

En el citado artículo podemos seguir un poco más la discusión sobre los grandes retos que vivimos en el ámbito educativo.

Ciertamente, sabemos que vivimos un momento “copernicano” en la historia de la humanidad, pero estamos demasiado inmersos e "infoxicados" por el caos de la era digital como para poder ver con claridad.



Cristina Pruneda